" Padre he pecado contra el cielo y contra Tí, ya no merezco llamarme hijo tuyo" Lucas 15, 21
Imaginando la escena del hijo que viene derrotado, abatido, y del Padre que lo ve desde lejos y se llena de alegría, me pregunto en qué lugar de la escena me ubico. A veces soy ese hijo descarriado que quiere volver al hogar, otras soy el hermano mayor que mira con justicia humana y celos a su hermano. Y cómo me cuesta ser el Padre! No comprende mi corazón, que su corazón sea tan grande, tan ancho y tan inmenso!
El amor de Dios es así. El perdón es su regalo, y mi examen de cristiano será aprobado, cuando llegue a aceptar esa locura de amor que Dios tiene por cada hijo suyo.Mientras los fariseos y escribas murmuraban, los pecadores escuchaban.
Señor, que escuche tus palabras, vea tus obras, y tu Gracia, ilumine mi corazón.
Tiempo de conversión, tiempo de reconciliarnos con el Señor.
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