Mateo 5, 1
La multitud lo seguía, porque había visto los milagros que hacía, y esperaban soluciones mágicas, pero el Señor, les habla de pobres, mansos, misericordiosos, justos, pacientes, pacíficos.
Y cómo entender ésto ante las dificultades de la vida y nuestro concepto de la felicidad. El hombre centra su vida, en general en el tener, en la salud, el dinero, el éxito. Y las palabras de Jesús, hermosas, son muy difíciles de sentir y obrar de acuerdo a ellas. Solo su Gracia y la conversión de nuestro corazón y nuestra mente nos permitirán vivir las Bienaventuranzas.
Pidamos siempre que el Señor aumente nuestra fe, que es pequeña y débil, para que podamos vivir con mucha paz, todo lo bueno y lo malo que nos pasa en nuestra vida.
María Santísima ilumina nuestro corazón y guíanos hacia tu Hijo amado!
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