domingo, 30 de abril de 2017

III Domingo de Pascua

"Cuando llegaron cerca del pueblo a donde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante.Pero ellos le insistieron: Quédate con nosotros, porque ya es tarde y el día se acaba.El entró y se quedó con ellos. Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se los dio. Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron, pero Él había desaparecido de su vista"
                                                                                              Lucas 24, 28



Desilusionados, nosotros como los apóstoles, volvemos de una tristeza o un dolor, sin reconocer a Cristo, que siempre camina a nuestro lado.La noche nos remite a los problemas, enfermedades, tristezas, y es cuando lo invocamos, cuando le pedimos que se quede con nosotros.Ese Cristo crucificado ya resucitó. Vivimos este mensaje ? Creemos realmente en el centro de nuestra fe? Este mensaje relevante nos tiene que llenar la vida, hacer arder nuestro corazón y volver hacia los hermanos, con esperanza, sin miedo, con alegría, para anunciar la Resurrección.





María, Madre del Resucitado, aumenta nuestra fe y envíanos a anunciar a Tu Hijo!