Mateo 22, 37
Como los fariseos, nosotros le preguntamos a Dios qué debemos hacer. Y todavía no entendemos que una sola cosa nos asegura la felicidad del corazón y nos señala el camino al cielo.
AMAR. Este es el mandato, la luz, el sendero y la respuesta de Jesús.
Reunirnos con el Señor en la Eucaristía y en la oración, para nutrirnos y salir al encuentro del otro. Ese que a veces nos molesta o nos daña, ese que está a mi lado, y me brinda la oportunidad de ser un discípulo del amor. Un amor que solo se puede alcanzar con la Gracia de Dios, y nuestra humildad de sabernos muy pobres, pero amados infinitamente por el Señor!
Virgen María, aumenta nuestra fe y caridad!
-Facebook Agrupación de esposas cristianas. Argentina