"Mujer, dónde están tus acusadores? ¿Alguien te ha condenado? Ella le respondió: nadie, Señor. Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús.Vete, no peques más en adelante".
Juan 8,11
La Ley, se hizo para ayudar a caminar a los hombres , por el camino de Dios, pero no es ella la que condena, sino que es el hombre mismo, en su libertad quien lo hace.
Sin embargo , en este relato de la mujer adúltera,Jesús no se aparta de la Ley, la plenifica, porque si bien la respeta, no desprecia al pecador, hace ver que todos tenemos pecados, y le pida a la mujer que " no vuelva a pecar.
Otra vez vemos su gran misericordia y su inmenso amor.
Virgen María, ayúdanos a ser fieles a la ley con amor, para que no juzguemos con la mezquina medida humana, sino que tratemos de ver con los ojos del Señor!
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