
" El llama a cada una por su nombre y las hace salir. Cuando las ha sacado a todas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz"
Juan 10, 3
Hoy Jesús nos cuenta la tarea diaria del pastor. Y con él se identifica.
Así como los padres, eligen un nombre para el hijo por nacer, y cargan en ese nombre sus sueños y anhelos; así Dios nos reconoce, nos individualiza, como el pastor a su rebaño.
Nos conoce a cada uno y nos llama. Este conocimiento es profundo, conoce nuestras debilidades y defectos, nuestras pequeñeces y nuestras virtudes, y a pesar de todo, NOS AMA como somos.
Y este amor total, nos da la dignidad, que nos permite hacer una experiencia de Dios.
Sentirnos amados nos agranda el corazón, y extendemos nuestra mirada y nuestras manos hacia el prójimo, que es todo hombre, que también tiene un nombre y es amado por Dios.
Señor, yo estoy en tu rebaño, que siempre escuche tu voz y te siga!