“Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás
a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus
perseguidores, así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque Él hace
salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e
injustos”.
Mateo
5,43
Caridad y amor son sinónimos, significan hacer el bien a
todos, sin esperar recompensa, sin juzgar, sin medir. esto nos pide hoy el
Señor. Amar hasta los enemigos; amar hasta que duela, decía Santa Teresa de
Calcuta.
Un pedido casi inhumano, no tenemos fuerzas, ni ganas, ni
posibilidad de hacer algo bueno para el que nos molesta, irrita, agrede o daña.
Sin embargo, caminamos tras las huellas de Jesús, y ese es el camino.
Una senda que podremos intentar transitar de su mano. Muy
unidos a Él y María Santísima, su Madre. Su Gracia es la fuerza necesaria para
convertir nuestros pensamientos y sentimientos, y poder vivir el amor.
Virgen María, ayúdanos a tener un corazón
parecido al de Jesús !
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