Mateo 6,34
Jesús nos invita a despreocuparnos, o sea a un abandono sereno y confiado en las manos del Padre. Pero se nos hace difícil comprender la providencia de Dios, porque nuestra fe es chiquita. Ésto no quiere decir que tenemos que sentarnos a esperar que llueva el maná del cielo, sino en establecer prioridades, donde está mi tesoro, está mi corazón-
Pensemos en cuáles son nuestras seguridades: la salud?, el trabajo?, el dinero? el éxito? Nuestra única seguridad es el amor de Dios, lo que siempre permanece, con lo único que podemos contar.
Teniendo todo, e incluso demasiado, nos privamos de esa serenidad de la que puede gozar solo quien se fía total y únicamente en Dios.
www.agrupacionmujerescristianas.blogspot.com-www.adoracioneucaristicalomas.blogspot.com-mujerescristianas@gmail.com