domingo, 12 de marzo de 2017

II Domingo de Cuaresma

"Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. Una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una voz que decía desde la nube:Este es mi Hijo muy querido, en quien he puesto mi predilección: escúchenlo. Al oír ésto, los discípulos cayeron con el rostro en tierra llenos de temor.Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: Levántense y no tengan miedo!"
                                                             Mateo 17, 2-5



Para preparar el corazón de los discípulos, el Señor se transfigura, como un aliciente para que sigan caminando hacia la Pascua. Pero también podemos decir que los que se transfiguran son los apóstoles, porque lo ven como realmente es.
En nuestra vida también tenemos transfiguraciones, a través de la Gracia que nos trae Cristo.
Desde el Bautismo, Dios habita en nosotros y nos capacita para vivir en el amor, dar frutos y configurarnos a Cristo.A nosotros también nos dice Jesús: levántense y no tengan miedo!




Virgen María, Madre de Cristo y Madre nuestra, perdona a quienes te lastiman y recibe nuestro amor!



-Facebook Agrupación de esposas cristianas.Argentina