Juan 3 21
Cuando estamos o nos sentimos sucios, no nos gusta que nos vean, preferimos pasar desapercibidos.Con el alma pasa lo mismo. Al sentirnos pecadores nos alejamos de Dios, y es justamente lo contrario de lo deberíamos hacer. Si nos acercamos a Dios es como el fuego de la hoguera en un campamento que ilumina, da calor, aleja los temores, los animales de la noche y nos envuelve con su tibieza.
Este momento de Cuaresma es el más propicio para acercarnos al Señor en el Sacramento de la reconciliación y estamos todos invitados a esta misericordia infinita que Él tiene para darnos.
www.agrupacionmujerescristianas.blogspot.com-www.adoracioneucaristicalomas.blogspot.com-mujerescristianas@gmail.com