"La luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz"
Juan 3, 19
Hoy el Evangelio nos recuerda, una vez más cuánto amó Dios al hombre, que envió a su Hijo, no para juzgar, sino para salvar. Es la LUZ.
¿Qué pasa en una habitación cerrada, cuando abrimos la ventana y todo se ilumina? Se ve todo, hasta las pequeñas partículas de polvo que flotan en el aire.
Nos quedamos en la oscuridad, para que no se vea aquello feo o sucio o equivocado que tenemos. Jesús al llegar a nuestra vida, nos hace ver quiénes somos y solo configurándonos con Él, viviremos una vida plena hoy, con alegría y esperanza a pesar de las cruces que la vida ponga en nuestro camino.
Es tiempo de reconciliación y luz.
El Beato Juan pablo II decía:" la reconciliación os hace crecer en intimidad con Dios,adquirir nuevamente la alegría perdida y gozar de la consolación de sentirse personalmente acogidos por el abraza misericordioso de Dios".
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