Lucas 18, 14
Jesús pone de relieve que en la parábola había un tercer
personaje quien, además, es el personaje central: Dios mismo. Es a él a quien
se le han dirigido las oraciones y es él quien las responde o las rechaza.
Jesús interpreta la respuesta del Padre, a quien él conoce como ningún otro, y
nos dice qué recibirá tanto al fariseo como al publicano: el Padre justificará
a quien pide ser justificado y no podrá hacer nada por quien se justifica a sí
mismo. La justicia de Dios es para quien se hace digno de ella abriéndose a su
misericordia.
Hacernos pobres y pequeños, y reconocer que la Misericordia de Dios es nuestro destino.
María Santísima , ayúdanos a orar con amor y humildad!
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