sábado, 7 de mayo de 2022

IV Domingo de Pascua

 

"Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos." 
                                                                                           Juan 10,27-30


Cristo nos ha ganado no solamente con su ejemplo y con su doctrina, sino con el precio de su Sangre. Le hemos costado mucho, y por eso no quiere que nadie de los suyos se pierda. Y, con todo, la evidencia se impone: unos siguen la llamada del Buen Pastor y otros no. San Agustín, ante el misterio abismal de la elección divina, respondía: «Dios no te deja, si tú no le dejas»; no te abandonará, si tu no le abandonas. No des, por tanto, la culpa a Dios, ni a la Iglesia, ni a los otros, porque el problema de tu fidelidad es tuyo. Dios no niega a nadie su gracia, y ésta es nuestra fuerza: agarrarnos fuerte a la gracia de Dios. No es ningún mérito nuestro; simplemente, hemos sido “agraciados”.



 Virgencita de Luján, Patrona de Argentina, ruega por nosotros!


                                www.agrupaciónmujerescristianas.blogspot.com

www.adoracioneucaristicalomas.blogspot.com

facebook: Agrupación de esposas cristianas Argentina

Instagram:mujerescristianas2018