"Y había en la Sinagoga un hombre poseído por un espíritu impuro, que comenzó a gritar: Qué quieres, Jesús Nazareno?¡Haz venido a acabar con nosotros? ya sé quién eres: El Santo de Dios. Pero Jesús le increpó, diciendo: "Cállate y sal de este hombre".
Marcos 1, 23
Hoy nos podemos preguntar de qué demonios puede librarme el Señor.
No nos imaginemos a un diablito rojo con lenguas de fuego. La lucha interna del hombre entre el bien y el mal, la luz y las tinieblas, la elección en todas las actitudes de la vida, nos pueden hacer ver los demonios.
La gula, no solo de comida, sino también de bienes materiales excesivos; la lujuria, el placer egoista sin pensar en el otro; la avaricia; la disconformidad y la tristeza,la apatía y la acedia; son algunos de los demonios que debemos dominar para vivir felices, que en definitiva es para lo que nos creó el Padre.
Te pedimos María Inmaculada, que nos ayudes a discernir en nuestra vida, a ver todas las debilidades que no nos dejan estar en paz,y que al rezar el Padrenuestro digamos con fuerza: " no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal . Amén.
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