sábado, 4 de julio de 2020

Domingo XIV del tiempo ordinario


"Vengan a mí, todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré.Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera"
 Mateo 11 25-30


                                                         
El Señor, nos llama de nuevo. Vengan... los cansados, los tristes, los fatigados, los desilusionados.
No nos promete que todo nos va a salir bien, pero nos segura que está con nosotros siempre. Y al compartir nuestra cargada mochila, con sus amorosas manos, cambiará nuestra mirada y nuestra manera de vivir.
La vida es difícil; sin Dios, es imposible. La humildad y la paciencia del Señor, son el yugo y la carga que se compromete a compartir con nosotros. La persona humilde, goza de paz en el corazón, Cristo nos llena de paz y, así, todo cambia!



 Virgen María ayúdanos a cambiar nuestro corazón!

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