domingo, 25 de abril de 2010

4º domingo de Pascua


"...Yo les daré vida eterna y no perecerán jamás" Juan 10, 28

Hoy Jesús se presenta como el pastor y nosotros, la Iglesia, como sus ovejas.
Su autoridad proviene de esa actividad, de su cuidado por todas y cada uno de sus ovejas. El nos conoce, nos defiende, nos cuida. Pero debemos reconocer entre tantas voces, la suya. Su voz amiga, su acento familiar. El que nos dió la vida, nos llama por nuestro nombre y el que nos asegura la vida eterna.
Es tiempo de escuchar y lograr un encuentro profundo con el Señor, que nos dará luz para seguir caminando confiados, a pesar de las dificultades del camino.
"El Señor es mi pastor, nada me puede faltar..."

www.agrupacionmujerescristianas.blogspot.com

mujerescristianas@gmail.com.