domingo, 28 de febrero de 2016

III Domingo de Cuaresma- morado

"Dijo entonces al viñador: Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Córtala, para qué malgastar la tierra? Pero él le respondió, señor, déjala todavía este año, yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré. Puede ser que así, de frutos en adelante. Si no, la cortarás" 
           Lucas 13, 7



Una higuera debe dar higos ya que para eso ha sido plantada. Un pueblo redimido por Cristo, debe edificar, con su vida  un Reino que dé frutos de verdad, de justicia y de amor.
La higuera representa nuestra vida, y estamos en ella para dar esos frutos. Dios, en su infinita paciencia, siempre nos  da oportunidades para cambiar el rumbo, para la conversión de nuestro corazón hacia Él. Removamos la pereza, el egoísmo, quitemos la envidia y la falta de paciencia, abonemos con obras buenas hacia los demás y reguemos con oración. Tenemos toda la vida por delante, pero , podríamos empezar hoy?



Querida Madre de Jesús y Madre nuestra, que mi corazón se convierta!!!


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