
" Se han llevado al Señor y no sabemos dónde lo han puesto"
Juan 20,2
El ser humano necesita percibir lo que ocurre a su alrededor a través de los sentidos, y como Dios lo sabe, le da signos visibles; fue la nube o el trueno, y luego su palabra, hecha carne en JESÚS, para que lo reconozca.
Los signos, nos han permitido vislumbrar lo oculto de Dios que es trino en persona y uno en escencia.
La resurrección y el resucitado no pueden percibirse, pero se pueden ver los signos: el sepulcro vacío, las vendas. Solo la fe nos permite constatar, que la muerte no es lo definitivo. Los discípulos vieron y creyeron.
Para que el hombre crea, Dios lo acaricia y le da libertad. Este espacio entre el resucitado y el hombre es la libertad. Con delicadeza y cariño, Jesús se nos muestra resucitado respetando nuestra libertad, y la fe, va descubriendo ese velo que nos permite verlo totalmente.
¡ÉL ESTÁ VIVO!
Pidamos al Señor, que triunfó sobre la muerte y está vivo, que aumente nuestra fé, porque queremos vivir como Él nuestra Pascua.
¡Feliz Pascua de Resurrección!!