Mateo 13, 8
Comentario
Hoy leemos la
parábola del sembrador.El mensaje es claro:
Dios es generoso sembrando, pero la concreción de los frutos de su siembra
dependen también —y a la vez— de nuestra libre correspondencia. Que el fruto
depende de la tierra donde cae es algo que la experiencia de todos los días nos
lo confirma.
La buena tierra es
nuestro corazón. En parte es cosa de la naturaleza; pero sobre todo depende de
nuestra opción de vida. Tenemos la libertad de vivir como queremos o como debemos. El amor, debe ser el camino, y no es siempre fácil. Sólo unidos al Señor, que abona la tierra del alma, es posible.
Virgen María, Madre del Salvador, ayúdanos a dar buenos frutos.!
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