domingo, 21 de marzo de 2010

5° Domingo de Cuaresma

"Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Alguien te ha condenado?"
Juan 8, 10


Este encuentro de Jesús con la adúltera debería bastarnos como cristianos para no juzgar a los demás. Con facilidad somos verdugos y jueces implacables. El amor del Señor y su infinita sabiduría cumple la ley, pero la hace plena al decir a los acusadores: "el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra."
Esa mirada limpia y pura de Jesús sobre la mujer, bastó para que se pusiera de pie.
Así nos mira el Señor, condena el pecado, pero tiene misericordia de la persona. "Yo no te condeno, vete y no peques más."
Tarea: Si recibes el perdón de Dios, pídele fuerza para personar a los demás.