
"No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción".
Mateo 6, 34
Hoy el Señor habla al hombre inquieto y preocupado por las cosas que "necesita", que cree imprescindibles para ser feliz y que cada día son más , en un mundo consumista y superficial.
Y paradógicamente , aunque logre tener poder, placer, éxitos, no logra llenar el vacío de su falta de fé, de su falta de Dios.
Es necesario no comprometer la alegría y la paz de la familia hoy, preocupándonos por obtener lo que necesitaremos mañana. Dios nos lleva escritos en la palma de su mano, desde toda la eternidad y en Él confiamos
Señor, tu que eres Padre, que eres el creador, escúchame. Dame paz para poder pensar y valorar lo importante de la vida; fortaleza para no caer en la tristeza, serenidad y esperanza para que no me inquiete.
Creo en tu divina Providencia y te doy gracias por velar por nosotros.
Confío en Tí, pase lo que pase, Tú no me olvidarás.