Juan 4, 13
Jesús se encuentra con la samaritana, dialogan y Jesús le pide agua, y ofrece un agua diferente.
Sabemos que no se puede vivir mucho tiempo sin agua, pero la que nos brinda Cristo, es el agua de su costado, de su amor, que nos llevará a la vida eterna.
Este encuentro nos hace pensar en todas las personas que nos rodean y con las que estamos distanciadas, en sus necesidades, sus problemas y en lo que nosotros somos, como cristianos.
Jesús nos invita a darnos como agua viva , a dar testimonio, a escuchar, ayudar, acompañar al que nos necesite.
Y a pesar del coronavirus, comunicar nuestro amor a través de las redes, usando la tecnología y no creando pánico, sino esperanza.
Virgencia, ampáranos de todo mal!
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