domingo, 22 de junio de 2014

CORPUS CHRISTI

" El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día."
                           Juan 6, 54


El pan es signo de alimento, de comunión entre quienes lo comen juntos; a través de él llega al altar y es santificado todo el trabajo humano. Planteémonos la misma pregunta para la sangre. ¿Qué significa y qué evoca para nosotros la palabra sangre? Evoca en primer lugar todo el sufrimiento que existe en el mundo. Si, por lo tanto, en el signo del pan llega al altar el trabajo del hombre, en el signo del vino llega ahí también todo el dolor humano; llega para ser santificado y recibir un sentido y una esperanza de rescate gracias a la sangre del Cordero inmaculado, a la que está unido como las gotas de agua mezcladas con el vino en el cáliz.
 ¿Qué representa el vino para los hombres? Representa la alegría, la fiesta; no representa tanto la utilidad (como el pan) cuanto el deleite. No está hecho sólo para beber, sino también para brindar. Jesús multiplica los panes por la necesidad de la gente, pero en Caná multiplica el vino para la alegría de los comensales. La Escritura dice que «el vino recrea el corazón del hombre y el pan sostiene su vigor» (Sal 104, 15).
Acercanos a comulgar es recibir, energía, fortaleza y alegría, La Eucaristía, es alimento y sanación para el cuerpo y el alma.


Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús, ruega por nosotros!!!


www.agrupacionmujerescristianas.blogspot.com-www.adoracioneucaristicalomas.blogspot.com-mujerescristianas@gmail.com