"Saquen ésto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre, una casa de comercio."
Juan 2, 16
Cómo impresiona ver a un Jesús enojado y con látigo en mano! Es su "celo"por la casa del Padre la que lo mueve a actuar con los comerciantes de esa manera. Limpiar el atrio, purificar el suelo santo y que no se queden en el gesto externo, la ofrenda material.
Jesús, que conoce nuestro corazón, sabe que somos templo del Espíritu, y en estos días de Cuaresma, nos dice, limpien , aseen, quiten lo que sobra, hagan un lugar para la reconciliación, el perdón, el ayuno y la caridad.
Con la llegada del Señor, ya no es necesario el Templo para los mercaderes. Él es el verdadero templo, y los discípulos lo entendieron luego de la Pasión.
www.agrupacionmujerescristianas.blogspot.com
wwwadoracioneucaristicalomas.blogspot.com
mujerescristianas@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario