Juan 20 28
Qué incrédulos que somos, a veces, como Tomás..."ver para creer", decimos, y es la falta de unión con el Espíritu Santo el que nos vuelve ciegos. No sabemos ver las maravillas de Dios, porque estamos en otra cosa: trabajo, dinero, apariencias, vanidades. etc. Unidos al Espíritu Santo vamos a ver las llagas del Señor en aquel que camina al lado nuestro con dolor, tristeza o soledad.
Hoy el Santo Padre Francisco, elevó al altar de Santos a Juan XIII, el Papa Bueno, y a Juan Pablo II el Papa de la familia, porque fueron "dóciles al Espíritu y pudieron besar las llagas de los que sufrían.
María, que unida a los Apóstoles, y en el día de la Misericordia, viste al Jesús Resucitado, ayúdanos a resucitar nuestra confianza y nuestra Fe en el Señor, para que podamos "ver".
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