"Finalmente les envió a su Hijo, pensando: respetarán a mi hijo, pero al verlo, los viñadores se dijeron: Este es el heredero, vamos a matarlo para quedarnos con su herencia. Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron".
Mateo 21, 37
Hoy Jesús le cuenta a los sacerdotes la parábola de los viñadores homicidas, enfrentándolos con la realidad. La viña es el pueblo elegido por Dios, pero los viñadores no aceptaron a los enviados, a los profetas ni al hijo del dueño.Por eso el Señor sigue caminando y enviando a los apóstoles, y a nosotros a llevar la Buena Noticia. Todos somos su pueblo, todos somos llamados y elegidos para trabajar en su viña. Cada uno, desde su lugar,puede trabajar por el Reino, cuando respeta, ayuda, comprende, escucha y ama como nos pide el Señor.
María Santísima te rogamos intercedas ante Tu Hijo para que nos de mucha fuerza para seguir en su viña!
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