Juan 14, 23-29
Hoy el Señor nos invita a escucharlo. Sus palabras amorosas, en nuestro corazón, nos llenan de paz.
El mundo nos asusta, los dolores, las tristezas, la enfermedad nos dan miedo. Lo desconocido y el futuro nos atemoriza y a veces nos paraliza y actuamos con indiferencia y sin caridad.
La palabra divina, siempre nos ilumina, nos señala el camino y nos hace obrar bien. Cuando seguimos a Jesús, sentimos paz, y esa paz nos permite obrar con el prójimo con los mejores sentimientos. Leer la palabra es como saber de antemano las preguntas de un examen. Gracias mi Señor!
Virgen María, madre del Amor, guíanos hacia tu Hijo!
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